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It's too late to change the events, it's time to face the consequences...

martes, noviembre 30, 2004

Te amo

Dos palabras. Cinco letras, un espacio. Sujeto tácito, predicado verbal simple. Primera persona del singular. Te amo. "Te a-mo".

Suena tan simple. Y a veces es tan complicado decirlo, o sentirlo. ¿Cuándo ama uno? ¿En qué momento uno lo puede decir? ¿Y cuando se dice es cuando se siente? ¿Esas palabras en algún momento proscriben? ¿O a veces se las lleva el viento? ¿Se puede amar de una sola forma? ¿Hay más de un amor?

A veces considero que sí, que hay más de uno, por más que actualmente yo viva uno solo, el amor por mi hija. Que creo es el más puro que pueda existir. Porque mujeres han pasado por mi vida, no muchas, algunas, varias, sí, varias. Pero el amor paternal, o el amor "filial" (como me lo explicó mi ex terapeuta) es inquebrantable. O yo al menos lo siento así. Es amor en máxima potencia.

Ese amor va a estar siempre ahí, no claudica, no proscribe. ¿Y los otros amores? ¿Y si uno dice "te amo" pero no ama? ¿Y qué herramientas tiene uno para darse cuenta que alguien puede decir algo que desea pero que no siente? ¿Y si uno en realidad ama pero no lo dice, o no anima a decirlo?

Recuerdo, son dos palabras, cinco letras, un espacio. Sujeto tácito, predicado verbal simple. Primera persona del singular. Y mucho significado en el medio. Tanto como para no encontrar las respuestas suficientes en este escrito.

lunes, noviembre 29, 2004

A la rubia más linda...

Creo reflejarme en algunas cosas. En ser papá, en amar a mi hija. En entender la vida como el arte de vivir y dejar vivir justamente (parece todo demasiado redundante pero, al menos para mí, no deja de tener sentido).

Me reflejo en la paciencia que tiene para con sus amigos. En encontrar muchas veces las palabras justas para definir una situación indefinible, sobre todo cuando te ganan los nervios y la angustia. En muchas costumbres, en algunas ideas fundamentales de cómo vivir, y en alguna que otra cosa perdida por ahí (no la música puntualmente).

Feliz cumple, Kari.

Te quiero mucho, rubia linda...

Pelotudo de vida




Ella...



...ella...



...y ella son la misma persona.

Mientras miraba algunas fotos "nuevas" de Lucía, se me cruzaron por la mente dos pensamientos, uno casi recurrente, el otro entre nuevo y gratificante, entre tranquilizador y satisfactorio.

Primero, pensé en lo raro, maravilloso, único y perfecto que es dar vida. Saber que esa cosita tan chiquita que se ve en la primer instantánea y esta última nena, que ya pareciera tener mucho más que un año y ocho meses, es tuya, o mejor dicho, es parte de vos, "nació" de vos. Empecé a buscar situaciones personales y cotidianas o conocidas en las que pase algo similar. No encontré. No hay. O creo al menos que no hay. ¿Alguien sabe si hay algo más lindo que dar vida, y además, a una criatura así? Baberos, por favor...

Por último, pensé en la propia injusticia que me autogenero. Sí, lo tomé como una suerte de autoflagelación. Repasé las cosas negativas que me pasan o que siento:

* Soledad
* Desencanto
* Infelicidad
* Frustración


Pero está ella....



...y ella...



y ella...



Las tres (y Lucía sola a la vez) para decirme "te quiero papá", y ahí sí reflexiono y digo "qué pelotudo, cuánta gente no tiene los problemas que tengo yo...pero yo tengo una hija preciosa y hay muchos que eso sí que no lo pueden disfrutar".

Es muy posible que este post tenga mucha bronca acumulada, muchas ganas de contar que con quien estoy peleado en realidad es con la vida, y que cada día que pasa siento que la cosa viene más torcida aún.

Pero siempre está "ella" para levantarme un poquito por los aires, para hacerme caer alguna que otra lágrima de felicidad contenida y para hacerme sentir vivo.

viernes, noviembre 26, 2004

El destino es inevitable

Delfino tomó la pelota con un segundo en el reloj. El tiro era previsiblemente sencillo, sin embargo falló. Italia levantó las manos una vez más, como las cinco veces anteriores que habíamos jugado.

Nuestra selección de básquetbol, "la" selección, perdía una vez más, en este caso en la fase previa de los Juegos Olímpicos de Atenas 2004. ¿Y si Delfino hubiera convertido? ¿Hubiéramos disfrutado del sufrimiento (sentimiento tan contradictorio como cierto) ante Grecia en cuartos, del orgasmo más grande del mundo ante los NBA de Estados Unidos y nos hubiéramos tomado revancha en la final ante Italia? Posiblemente no, quizá el camino hubiera sido más "convencional" si se quiere, tal vez el resultado final hubiera sido el mismo, pero ése tiro marcó una ruta mucho más placentera, más sufrida tal vez, pero llena de sensaciones y sentimientos rayanos con lo máximo a lo que se puede aspirar.

Indudablemente, el destino es inevitable. Inevitablemente inevitable. Maravillosamente inevitable. Problemáticamente inevitable. Inesperado. Sorprendente. Bonito por momentos. Sufrido en otros tantos. Pero inevitable.

He pasado por momentos en los que el destino me puso a prueba. Mi hija, amar, querer... Pensar en "qué hubiera pasado si" es una práctica habitual en mí, no puedo decir puntualmente si se trata de algo meramente rutinario o si, interiormente y muy inconcientemente, se trata de un ejercicio recurrente por el sólo hecho de encontrarme a mí mismo en esas imágenes hipotéticas que hubiera vivido.

¿Y adónde me llevará el destino hoy? ¿Mañana? ¿En un mes? Ojalá que a lugares y situaciones que quiera vivir, que me provoquen cosquillas por dentro, nervios intensos pero positivos, dolores de estómago que no duelen sino que predicen buenos momentos.

¿El destino me jugará una buena pasada, de una vez por todas, en este año por ejemplo? ¿Y el año que viene? ¿Y si el destino en realidad no existe y yo llevo 20 líneas escribiendo en vano?

No lo sé, si existís destino, avisame. Con alguno de esos actos inesperados.

miércoles, noviembre 24, 2004

Weird

"¡Te agarré de chiquita!"
"Pero me hizo bien estar con vos....Necesitaba algo así. Ya conocés mi historia anterior".

Creo que eso fue lo más interesante de la charla. Y el mejor piropo que me podría haber dicho. Amén de saludarla por el cumpleaños, más allá de saber cómo está, cuándo se casa ("¿te vas a casar de una puta vez?") o cómo le va en su nuevo trabajo.

Es raro tener una charla así. Uso una palabra que a veces se aplica para este tipo de situaciones: "weird". Para muchos también es raro terminar las relaciones en forma desagradable, abrupta, enemistados. A mí no me sale. Quizá será más sencillo para todos, no para mí evidentemente.

Y lo que siguió después en la charla lo comenté vagamente por esos lares que suelo frecuentar, pero haciendo memoria, no deja de llamarme la atención:

Yo: La verdad que la pasamos bien el tiempo que estuvimos juntos
Ella: Sí, la verdad que sí.
Yo: Lo que nunca supe es qué pasó realmente...porque nunca nos peleamos !!!
Ella: Es cierto ! Qué pasó?
Yo: No sé, lo único que recuerdo es que pasó como una semana en la que no cruzamos palabra y después vos ya estabas con una persona y yo con otra.
Ella: Pero no nos peleamos...
Yo: No, jamás nos peleamos.
Ella: Qué loco, no?

Sí, qué loco.

F (de ella se trata) es una de las personas más sencillas que he conocido. Una de las más dulces, de las más divertidas, incluso de las más adultas en el momento que la conocí.

Sí, qué loco...A años de no verla, sigo diciendo "qué loco"...

martes, noviembre 23, 2004

¿Por qué a mí?

Es muy fácil preguntarse eso.

Yo voy a cambiar la pregunta: ¿Por qué no? ¿Por qué no me debería de pasar?

Animo hombre, pecho a las balas y a otra cosa, que en este tipo de cosas es cuando se ven los verdaderos hombres.

Hija, va a salir todo bien.

Te amo mucho. Demasiado. Por más co-cós y más conejitos juntos...

lunes, noviembre 22, 2004

Holes in my place (O cómo intentar cubrir espacios y no morir en la prueba...)

El living comedor de mi departamento mide aproximadamente 4,50 mts. de largo por 3 metros de ancho. Y mi cama es de dos plazas, como la gran mayoría de los catres argentinos.

Ambas cosas, sin embargo, parecen mucho más amplias. Los 4,5 x 3 se parecen a una estancia muy grande, llena de... nada. La cama se asume como terreno inexplorado, infinito. Soledad que entristece. Vacío que duele, lastima, golpea. Vacío que me devuelve a la realidad.

Tanto el vacío como la soledad son, hilando fino, elecciones. Al menos para mí. Lo que no quita que no duelan, que no afecten. Durante el día, las obligaciones, el escaso tiempo y mis "otras" relaciones humanas me abstraen de toda sensación de soledad desesperante. Pero a la noche, cuando los mates son el champagne diario, la tele es la única que habla y no hay pies para gambetear, la casa es muy distinta. Muy distinta.

Vivir solo tiene sus privilegios. No tener la presión de nadie, manejar tus propios tiempos, sentirte anfitrión absoluto. Pero para alguien que no está acostumbrado a la soledad, asoma como un duro golpe a su integridad.

El living seguirá midiendo lo mismo, y la cama seguirá teniendo el mismo colchón viejo. Pero, a su vez, todo seguirá siendo aún más grande. Sobre todo mi soledad y mi vacío.

viernes, noviembre 19, 2004

Finishing...

Terminó la semana. Un tanto atípica, muy movida a nivel emocional y creativo en este espacio, y me quedan algunas cosas:

  • Una gripe incipiente
  • Un idiota molestando
  • Un alegrón al llegar a casa escuchando "Ready to go" de República (tema que levanta el ánimo si los hay)
  • Una preocupación grande al saber que Lucía no está muy bien de salud
  • Muchos blogs visitados
  • La tranquilidad de saber que a la gente que quiero le va bien en todo lo que emprende

Otra semana que se va... Otra gripe que se viene...Otro fin de semana "casi" perdido.

Y otro día más con esa voz que me llama la atención. Mucho. Mucho.

Excelente fin de semana para todos aquellos que están sanos. Yo voy a seguir con mi tecito y mis caramelos de miel.

jueves, noviembre 18, 2004

Changes are good

En parte contradiciendo a The Stills, que con su tema "Changes are not good" nos ha inundado de bonitos sonidos las FM, se puede decir que los cambios en este caso sí son buenos.

¿No ven este sitio un poquitín cambiado? Seguramente le iré agregando alguna que otra cosita más, en tanto mi escasísima inteligencia y mi tiempo me permitan ponerlo más acorde a mi idea.

Por lo pronto, está más prolijito, más cuidadito....más "JavierDM".

Espero poder mantenerlo limpio, que la alfombra no se manche y que el aroma que se respire sea agradable.

Salud !

miércoles, noviembre 17, 2004

Ojalá Parte II

Ojalá sea algo más que una voz.
Ojalá que siempre ría, se divierta como la veo.
Ojalá siempre sea tan pero tan inteligente.
Ojalá me emocione cada día un poquito más.
Ojalá pueda hacer tranquila su vida, y yo la mía.
Ojalá todo deje de ser un problema permanente.
Ojalá pueda ser feliz.


De una puta vez.

Ojalá.

Ojalá...

Ya lo conté por ahí, pero es raro: me desperté hoy cantando "Ojalá" de Silvio Rodríguez.

No es que esté pensando en algún ojalá en particular (mientras pienso en esto, se me aparecen muchos "ojalás" recientes, sobre todo futuros), no es que ese tema me marque algo en especial, pero qué bonito tema...qué bonito tema...

Quizá mi "ojalá" de hoy se refiera a esa voz, que no es más que una voz, por ahora una voz. Una voz con muchas similitudes a la mía, no en su sonoridad, no en su personalidad, sino en la necesidad de compartir "ese" lugar con alguien más todas las noches.

Asumo que este tema va "directo" a nuestro cancionero. A como dé lugar.



Ojalá que las hojas
no te toquen el cuerpo cuando caigan
para que no las puedas
convertir en cristal.
Ojalá que la lluvia
deje de ser milagro
que baja por tu cuerpo
ojalá que la luna pueda salir sin ti.
Ojalá que la tierra no te bese los pasos.


Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta;
ojalá pase algo que te borre de pronto


una luz cegadora
un disparo de nieve
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre,
en todos los segundos,
en todas las visiones;
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Ojalá que la aurora
no de gritos que caigan en mi espalda
ojalá que tu nombre
se le olvide a esta voz
Ojalá las paredes
no retengan tu ruido
de camino cansado
ojalá que el deseo se vaya tras de ti
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.


Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta;
ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora
un disparo de nieve
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre,
en todos los segundos,
en todas las visiones;
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Ojalá se te acabe la mirada constante
la palabra precisa, la sonrisa perfecta;
Ojalá pase algo que te borre de pronto
una luz cegadora
un disparo de nieve
ojalá por lo menos
que me lleve la muerte,
para no verte tanto,
para no verte siempre,
en todos los segundos,
en todas las visiones;
ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.


Ojalá que no pueda tocarte ni en canciones.

martes, noviembre 16, 2004

Clutch time

Para quienes no sepan, "clutch time" es un término que los norteamericanos acuñan cuando llega el final del partido, los dos equipos están separados por no más de cinco puntos generalmente, y cualquiera de los dos puede ganar, pero hay un equipo, el que tiene la pelota en su poder, que es quien decide la suerte del partido. Si emboca, iremos a suplementario o ganará el partido, sino quedará sólo en una simple anécdota, el algo que "pudo ser".

Yo estoy en mi clutch time. En momento de decisiones fuertes, complejas, quizá no esté demasiado convencido de ello. Empecé imaginariamente a hacer una lista de las cosas que son un must, que debo hacer. Veamos:

  • Dejar vivir
  • Dejar de encontrar problemas, uno tras otro.
  • Evitar problemas (interesante ejercicio que seguramente no me va a gustar, porque eso implica cambios en mis actitudes, en mis lugares, en mis reacciones, pero otra no hay)
  • Jugarme por mí mismo.

Creo haber llegado a un punto en el que éste último punto empieza a ser más importante que cualquier otro. No soy quién para saber si merezco una nueva oportunidad o si la vida ya se llevó el último tren hacia la estación de la felicidad. Ojalá alguien me lo pudiera marcar.

Pero como siempre digo, no hay peor lucha que la que no se hace.

El cambio empieza hoy. Veremos hasta dónde llegamos...

lunes, noviembre 15, 2004

Stand by me...

Stand by my woman, Lenny Kravitz (Para la mujer que todos soñamos alguna vez)

There were times I wasn't kind
And there were times I wasn't even around
And there were times I made you cry
So many times I had to say goodbye
When you want to talk
I'm on the phone
But now baby I am here for you alone

I'm gonna stand by my woman now
I'm gonna stand by my woman now
'Cause I can't live my life alone
Without a home

There were times I didn't understand
And there were times I wouldn't hold your hand
But baby now I'm here for you
'Cause baby I am so in love with you

I'm gonna stand by my woman now
I'm gonna stand by my woman now
'Cause I can't live my life alone
Without a home

I'm gonna stand by my woman now
I'm gonna stand by my woman now
'Cause I can't live my life alone
Without a home

Diario de viaje

Como seguramente habrá varios comentarios mucho más emotivos, cargados de cariño, amor y nostalgia, pretendía escribir algo ahora, siendo que el reloj marca las 23.45 del viernes. Creo que, hasta ahora, el viaje lo amerita.

Los viajes en ómnibus de larga distancia no son desconocidos para mí. Sí algunas impresiones. Tiene mucha razón Cabito ("Basta de Todo", lunes a viernes de 14 a 20 por Metro 95.1 FM): en los viajes largos, nunca te toca una rubia espectacular ni una morocha con 95 de tetas que te quiere partir al medio. Nunca. Eso es verso. Pero de ahí a tocarme esta "jungla"... Un poco de piedad, che...

Parados en Retiro por 20 minutos, salimos 22 hs.. Al querer dejar la terminal, el colectivo detiene su marcha, abre sus puertas y se apagan las luces. Creo que subió más gente a destiempo que la en su momento existente en el andén a la hora programada de salida.

Hojeando la "Basquet Plus" (relanzada y seguramente criticada a futuro por quien suscribe, por seguir usando las mismas expresiones desde hace años) y escuchando el empate parcial de San Lorenzo, comienzo el viaje a Carlos Paz. Pensando en mucha gente (en ella, en mis amigos, en ella -la de siempre- y en ella -esa persona que apareció y que, reconozco, me gusta mucho- ) escucho una voz: la del conductor. Menciona algo que no llego a escuchar por obra y gracia de mis auriculares, y luego escucho la siguiente recomendación: "Vamos a parar en Campana por espacio de 30 minutos. Traten de utilizar el baño lo menos posible, más que nada para hacer pis, porque cargamos con 'lo hecho' hasta el final del recorrido" (???). ¡¡¡Increíble!!! Volvemos a las épocas donde había que pedirle al conductor que pare en la ruta cerca de un árbol para hacer "lo segundo". Un genio.

Termina el partido, pierde el Ciclón. Cambio instáneamente a Aspen y me recibe Limahl con su notable "Neverending story". Después cambio a material propio: los Greatest Hits de OMD son infaltables en la colección de quien se digne de ser llamado amante del pop. Llegamos a Campana, paramos 30 minutos (casi lo que llevo escribiendo). El Gatorade tres mangos. En la fila, un flaco con unos lentes culo de botella que haría de Stevie Wonder un verdadero lince.

Me vuelvo a acordar de Cabito. No sólo al lado mío no está la rubia espectacular, sino que no hay rubia alguna en el micro. ¡No hay una mina siquiera! ¡Todos viejos! Bajé creo pura y exclusivamente para cerciorarme si estaba arriba del Mercosur o si había tomado el de PAMI a las Toninas.

Párrafo especial para los perros que pululan en los paradores: no son normales, deberían ser una raza aparte. Posta.

Al llegar a Carlos Paz, lo primero que hago es avisar a mi señora madre que, aún en un estado físico calamitoso, he llegado a destino. Luego, a esperar el colectivo que me lleve a la casa de Lucía Carolina (breve explicación: Lucía vive en una comuna llamada "Estancia vieja", pegada a la única ruta que conecta Carlos Paz con ciudades como Tanti, La Falda, Cosquín y Capilla del Monte. Hecha la salvedad, continuamos con nuestra programación). Media hora esperando ese puto bondi. En mi desesperación, me dirijo a un cajero automático, retiro algo de cambio en formato diez pesos, ya decidido a tomarme un taxi. No way, llega el colectivo de ruta.

Lo ya mencionado sobre mi hija y lo que me une a ella lo voy a dejar de lado. Sólo quiero destacar:

* La hermosa casa que pude alquilar ($ 15.- por día, una casa preciosa a la vuelta de la casa de Natalia en la que entraban siete personas, toda para mí. Eso sí, nada de TV, ni teléfono, ni entretenimiento alguno).
* Así como todos los años llueve para Creamfields, también llueve en mis visitas a Carlos Paz.

No, no se van a reír con este post, mucho menos a emocionarse. Sólo es una brevísima descripción de algunos hechos, mínimamente destacables.

Crónica de emociones anunciadas...

Es imposible describir qué es sentirse muy bien y muy mal a la vez. Podría usar otros adjetivos calificativos, podría hacer uso de palabras grandilocuentes como para ser más exacto en la descripción, pero me conformo con decir que estoy "muy bien" y "muy mal".

Es tan lindo y tan corto a la vez. Es tan sano y tan desgastante. Es tan puro. Y tan cruel la distancia. La PUTA distancia. Las putas decisiones de los mayores que luego se terminan pagando con creces.

Lucía es la nena más linda del mundo, la más inteligente, la más divertida y, también, la mejor cuidada. Lucía tiene una mamá que me hace sentir orgulloso de la pseudoelección que hice en su momento (ya conté que yo al menos no elijo de quién me enamoro). Es Lucía quien mejor imita a los monitos y a los caballitos (perdón, no se dice caballo, se dice "co co"), es quien mejor camina tomada de las manos de mamá y papá en puntas de pie (!!!), es quien mejor da besos y quien mejor dice "no" cuando no quiere dar besos.

Es quien mejor pronuncia su nombre (lisa y llanamente "Lu"), es la portavoz del "papá" más lindo que alguna vez haya existido, es dueña irrefutable de la sonrisa más bonita y de la risa más contagiosa.

Y, fundamentalmente, Lucía "es". Igual a ninguna. A ninguna.

Gracias a Lucía por hacerme sentir tan papá. Gracias a todos por hacerme el aguante donde estos días en los que estuve contando hacia atrás constantemente, donde insoportablemente recurría al tema de mi hija. Y fundamentalmente a dos personas: a vos, porque me hiciste compañía todo este tiempo y viviste este viaje tan intensamente como yo. Y a vos, porque agosto del 2004 siempre será un buen recuerdo y un buen motivo para decir "gracias".

sábado, noviembre 13, 2004

Condicionalmente cierto

Si hubieran sentido toda mi angustia previa.

Si hubieran sufrido los nervios que padecí mientras viajaba.

Si hubieran puteado a los micros de ruta porque demoraban 30 minutos en llegar a la terminal.

Si hubieran visto la cara de Lucía cuando se despertó y me vio.

Si hubieran contado la cantidad de lágrimas caídas en esa bienvenida.

Si se hubieran fundido en ese abrazo enorme que le dí al despertarse.

Si hubieran recibido uno de sus incontables besos.

Si hubieran escuchado la palabra "papá" en vivo y en directo después de tanto tiempo.

Si hubieran disfrutado de cada cosa que me ha pasado desde que llegué hasta ahora.

Si hubieran pasado por todo eso, sin excepción, quizá entenderían lo feliz que soy.

Pero como no lo pasaron, se lo van a tener que imaginar.

viernes, noviembre 12, 2004

Y llegó el día...

...y tengo sensaciones raras. No sé bien cómo describirlas, no sé si en realidad corresponde que lo haga. Desde ya que estoy ansioso, feliz por otro lado, esperanzado, con ganas, con pilas. Y por otro lado me siento triste, bastante caído... no sé bien a qué obedece, no me ha pasado nada negativo en este último tiempo, al menos que yo recuerde (último tiempo: léase "el último mes").

Ayer me encontré con varias personas alegres por mi viaje, entusiasmadas por todo lo que me vaya a pasar en estos dos días, y entre ellas, alguien que me pregunta, ya entrada la madrugada: "Ya te vas. ¿No tenés cinco minutos para contarme qué es de tu vida?" Lindaaaa !!!!! Ojalá alcanzaran cinco minutos! Igual cumplimenté por teléfono el pedido, conté parte de mi (pesada) historia, conté qué cosas me genera este viaje y qué sensaciones me despierta y me despertará seguramente.

El enviado especial de Shooting for 3 parte hoy 21.40 hs rumbo a Villa Carlos Paz, seguramente nos enviará su primer informe mañana sábado por la noche.

Ampliaremos.

Y saludos a todos.

jueves, noviembre 11, 2004

Much Music

En este tiempo, en estas últimas semanas llenas de ansiedad, de nervios, de sensaciones conocidas y descubiertas, he intentado esquivar algunos temas, algunas veces lo logré, en otras ocasiones no fue tan así.

Y como me suele pasar, siempre la música es un buen conducto como para canalizar algunas cosas.

Por eso, gracias a la música. Por eso. Y por convertirse en un tema superfluo tan pero tan necesario.

Y gracias a vos, por recordarme que la música puede ser un tema superfluo, pero necesario.

Sí, "duplico punto palabra", pero nunca tan justificado como esta vez.

Get ready for this

Lista de cosas a guardar en el bolso: Dos remeras, una camisa, un par de pantalones, algunos pares de medias. También un par de zapatos, la cámara de fotos, los regalos de toda la familia, la ropa que Natalia me pidió que le alcanzara, el DNI, la Banelco, plata para el viaje, desodorante, los pasajes (obviamente), papel higiénico (por las dudas, ¿vio?)...y algo más.

Ayer, hablando con alguien que vive este viaje creo tan intensamente como lo vivo yo (no sé si será para tanto, pero es alguien que me quiere mucho y a quien escucho mucho todos los días), me preguntó "¿ya preparaste el bolso?". Textualmente le contesté "primero tengo que preparar la cabeza".

Me imagino ese momento, el del primer contacto visual, y si ella reacciona al 1% de lo que lo hizo allá por agosto, seré el papá más feliz del mundo. Vivir dos días con mi hija, por más corta que sea la visita, me hace un poquito más feliz, me hace estar un poquito más tranquilo, y creo que la hace un poquito más feliz a ella también. Incluso a su mamá. Y para eso también hay que estar preparado.

Por enésima vez hoy se me humedecieron los ojos en el bondi. Por enésima vez recurrí a imágenes conocidas, a sonidos capturados por mi disco duro, a sensaciones imposibles de encajonar. No es que intencionalmente acuda a ese proceso: ya es algo natural de quien, como yo, siente demasiado la distancia física, tan grande como corta es la distancia sentimental.
Como ya me ha pasado, preparo mi cabeza. Sobre todo para el "después". Para llegar el lunes a la mañana a la oficina y volver a extrañar (eso es posible que pase el mismo domingo a la noche ni bien me suba al micro), para asumir que ella no está acá, para prepararme para un nuevo viaje, espero mucho más cercano que el de esta ocasión con relación al anterior.

De lo que sí no me olvido en el bolso es de las ganas de jugar en el patio, de hacer funciones de títeres, de tocar el pianito, de bailar los temas de Floricienta, de cantarle la promo del shampoo Johnson's, de dormir con ella, de pasear de nuevo por el centro de Carlos Paz y que encuentres esos conejitos que tanto te gustan (pero no los apretes, hija !!! Los vas a asfixiar!!!)...de verte, de besarte, de abrazarte y de decirte todo lo que te amo.

A ver...repasemos: remera, camisa, pantalones, medias, DNI, pasajes, cámara, entre otras cosas....y cabeza. Ya está, bolso listo.

miércoles, noviembre 10, 2004

Mi funeral

Hace poquito me dijeron textualmente "te acabas de morir para mi". Desde ya que no es una frase linda de escuchar, pero bueno, uno tampoco le puede gustar a todo el mundo (salvo en contadas excepciones, quizá esta sea una de ellas, quizá...). Asumo también que no será una expresión literal, aunque es posible que a un par de personas les encantaría verme en Chacarita o en Crisólogo Larralde con el cartelito de Q.E.P.D. (Que En Paz Descanse) o el de R.I.P. (Rest In Peace). Seguramente que debe ser así.

Me preocupa la muerte. Más que la muerte, me preocupa la forma en la que llegará. Obviamente no sé el momento (ojalá falte mucho, demasiado en lo posible), espero que sea lo más placentera posible, o con el menor sufrimiento que pueda existir en ese momento. La vez que más cerca la tuve fue esa madrugada del 23 de Diciembre cuando el cuore de mi viejo dijo basta y yo únicamente atiné a abrazarla a mamá y decirle "ya está. Está donde mejor puede estar. Ya está".

¿Y qué me gustaría que pasara cuando me muera? Creo que me gustaría ver quiénes están, a quiénes pude dejarle mínimamente un recuerdo, una sonrisa en algún chiste tonto, un agradecimiento, hasta un compacto de música electrónica. No me interesaría particularmente ver quién me llora, no quiero que me lloren, ni ahora ni nunca. Sí pretendo que me recuerden, no lo voy a negar. ¿Como qué? Ojalá sea como un buen tipo, pero eso es algo que yo no lo puedo determinar, ni descubrir, ni saber, ni nada. ¿Qué tipo de funeral desearía? Mmmm...la verdad que ni idea, igual va a demorar un poquito entre que me vaya físicamente de este mundo y el funeral: mi familia ya sabe qué tiene que hacer con mis órganos. Así que a vos mamá, a vos hermanita del alma, a vos hija de mi corazón, amor de mi vida, no se olviden: Javito es donante de órganos, el cerebro no se lo van a poder enchufar a nadie y el cuore está un poco hecho percha, lo demás se puede dar sin dramas. Sí me encantaría que fuera algo distinto, que hubiera música, no les digo que se pongan a bailar porque eso depende de cada uno, pero sí me encantaría que de fondo se pudiera escuchar "101" de Depeche Mode, "el" disco que marca mi vida, un poco de "Substance" de New Order y algún que otro compiladito con "Everybody's changing" de Keane, "Not prepared" de Mesh, "Out of time" de Blur, un par de lentos de Roxette como para recordar mis inocentes amores adolescentes y una pizca de "El oficio de ser mamá". Con eso alcanza ("Yellow" de Coldplay ya proscribió).

A su vez, me gustaría (y esto ya en un nivel netamente pretencioso) poder saber qué voy a hacer cuando ya no esté más acá. Y me encantaría saber quién fui en alguna vida anterior. Sé que hay gente que se ocupa de ello, o que dice saber quiénes fueron antes, desde personajes grandilocuentes como Napoleon Bonaparte y Juana La Loca a simples granjeros en un pueblito perdido de Edinburgo en Escocia. Hay de todo como en botica. A mí me gustaría saberlo naturalmente. Y en una vida próxima, saber que fui Javier en ésta, saber qué errores cometí para no volver a cometerlos, saber qué virtudes acuñé como para potenciarlas y mostrarlas más, saber cuál es el equilibrio de las cosas.

No, no se asusten, no tengo planeado morirme, no ahora. De hecho, me faltan dos días para irme de viaje a ver a Lucía, todavía tengo planeado ser el papá más feliz del mundo, reordenar un poco mi vida, enamorarme, ser feliz...Todavía me quedan algunas cositas pendientes por estos lares. Y pretendo que me tomen muchos años desarrollarlas.

martes, noviembre 09, 2004

¿Error?

La idea original de este lugar partió de alguien que no está más cerca mío. No importa quién. Lo primero que le comenté, cuando me lo propuso, fue "yo no podría tener un blog. Lo leería demasiada gente".

Y no sé si lo lee demasiada gente. Sí sé que lo lee gente que está interesada en lo que pienso, digo y siento. No es mucha por cierto. Algunos de ellos tienen las mejores intenciones y me acompañan, me entienden (tarea complicada si las hay) y otros respetan mis palabras como si fueran un axioma fundamental de este planeta. Y hay otros a quienes lo que digo les incomoda, los pone en situaciones inesperadas, los lleva a recuerdos que no quieren traer a sus mentes, y seguramente en el background de ese proceso, me llevaré conmigo alguna que otra puteada, se acordarán de mi madre, de mi tía, de mi hermana y de la lora que nunca tuve.

Visto y considerando esa situación, o las que yo al menos me imagino (aunque sé que algunas son reales y concretas), es la primera vez que sinceramente me he planteado cuánto sirve tener un lugar así. Hasta ahora no había llegado a ese punto, no sé si por no ser conciente de ciertos problemas que puedo llegar a generar con lo que digo o pienso, o porque a alguna que otra palabra propia no le encuentro sentido más allá de hacer catarsis de ciertas situaciones, pasadas, presentes, e incluso futuras.

Cuando este lugar pretendía tener un perfil determinado, me leían dos o tres, la cosa quedaba entre nos, y nadie podía llegar a entender (salvo este par de individuos) que un pick n' roll define un buen ataque fijo, o que un tiro de tres puntos apurado se puede convertir en cinco puntos en contra. Pero el hablar de amor, de lágrimas, de recuerdos, regalos y hasta de tortugas despierta notoriamente otras reacciones. Incluso en mí. Me despierta más a escribir otras cosas, me llama a dejar de lado cierta "banalidad basquetbolística" para dedicarme a la "honestidad brutal" que ya comenté con mi mamá, con mi hija, con mis parejas pasadas, y con mi actualidad, con las cosas que me afectan, para bien o para mal. Sobre todo estas últimas, que hoy día son amplia mayoría.

Ni tengo idea de qué tratará el próximo post. El de mañana, el de pasado. Seguramente hacia el fin de semana hablará de Lucía, de sentirme el papá más feliz del mundo, y de lo mucho que indefectiblemente la extrañaré con el paso del tiempo. Pero hoy siento que digo "a" y a alguien eso le afecta. Bien, regular o mal, pero afecta.

Y, les aseguro, no es una sensación cómoda. Todo lo contrario. Sobre todo cuando lo que uno dice tiene formato de golpe bajo en un tercero.

Asumo que una mancha más al tigre no le hace nada. Y ya tengo varias manchitas, algunas del sol del otro día, otras ya las conocemos...

Waiting for the night

Fue, como dice Keane en uno de los temas más lindos compuestos en los últimos años, "Somewhere only we know...". Un lugar que sólo nosotros conocemos.

Viernes a la noche. Recuerdo que no era particularmente una noche fría, sin embargo el fuego estaba encendido. Las luces tenues en la ciudad. Hasta parecía un escenario montado a medida.

Fue el viaje más largo, en tiempo, que alguna vez haya hecho. Asumo que no duró más de media hora: la ansiedad se encargaba de hacer el resto. El nudo en el estómago no lo calmaban ni un batallón de Uvasales de diversos sabores, y yo creo que sudaba un poco. Mi bolso contaba compactos como caramelos de miel, eran sólo un condimento más, necesario por cierto, muy necesario.

La primer mirada contuvo la respiración, tan cómplice como preciosa, tan "ella" como "yo". Creo recordar la escasa necesidad de cerrar la puerta. Creo recordar la escasa necesidad de hablar fuerte o de gritar. Creo recordar la imperiosa necesidad de susurrar al oído, de mirar a los ojos, de sentir como nunca. Creo recordar su primer caricia como única, creo no olvidar jamás ese momento.

A uno de esos caramelos se le sacó el envoltorio y lo compartimos juntos. No era un caramelo desconocido, pero su sabor, esa vez, fue único, tal vez irrepetible. Y así pasó la noche, entre caramelos y pies descubiertos.

El té de la mañana no fue el mismo de siempre. Era muchísimo más dulce que el de todos los días. Y yo era otro. Y nunca fui igual.

lunes, noviembre 08, 2004

Just a present

Creo nunca haber hecho un regalo así. No es algo que uno vea y automáticamente piense "qué buen regalo, la puta madre !!!", pero como dije hoy, consideré que "no podía estar en mejores manos".

Ando últimamente medio regalón, y cuando lo ví, dije lo que anteriormente expresé. Eso tiene un gran valor sentimental para quien suscribe. Hace 15 años que lo tenía conmigo, fue lo primero que compré de ese tipo, y después vendrían muchas cosas más de ese estilo, incluso en otros formatos.

Lo entregué en su caja original, con la info original, apenas un par de cintas para evitar más daños, que es lo que en aquella época todos los chicos de nuestra edad acostumbrábamos a hacer. "Eso" me acompañó a muchos lados, me cuidó en momentos complicados, se le cayeron un par de lágrimas conmigo, me hizo saltar en otros casos, y alguna que otra vez lo miré más que detenidamente.

Y haciendo un paralelo entre lo que ese regalo significa para mí, y lo que significa para mí la persona a quien se lo dí, caigo nuevamente en la misma conclusión:

No puede estar en mejores manos.

Ah, faltan cuatro.

domingo, noviembre 07, 2004

Puede ser...?

¿Puede ser que haya cosas que me peguen tanto?
¿Puede ser que los silencios carburen sensaciones y sentimientos que ni cuatro tomos de la mejor enciclopedia podrían describir?
¿Puede ser que recibir algo tan chiquito signifique tener en tu poder algo tan grande?
¿Puede ser que los recuerdos sean tan pero tan presentes y tan pero tan fuertes?
¿Puede ser que me haya sentido tan bien y tan raro al mismo tiempo?
¿Puede ser, todo eso, junto y compactado en menos de nueve horas?

Sí, post inentendible para algunos y netamente descriptivo y sincero (para esos mismos)

Mientras tanto, en Buenos Aires...contamos los días. Cinco. Sólo cinco.

sábado, noviembre 06, 2004

Las tortugas

Me quise poner a buscar algo así como "el comportamiento de las tortugas terrestres...". No, no tengo tiempo. Google me ofrece diez millones de links y yo no ofrezco dos segundos de paciencia para ponerme a buscar.

"Ves, mamá? Así debería vivir todo el mundo... no joden, no le hacen mal a nadie, hacen su vida...¿Por qué todo el mundo no seguirá su ejemplo?"

Hace casi 15 años que Catalina vive en casa, en realidad en el patio de casa. Llegó por sorpresa: un día mamá salió a comprar, y se encontró en la vereda con la tortuga, que la siguió por el pasillo hasta entrar con ella. Preguntó a los vecinos si era de alguien, como no encontró a su dueño, la terminamos adoptando.

No sabemos efectivamente si Catalina es, justamente, Catalina o "Catalino", pero allí está. Asumo que a cualquiera de los tres nos ha dado fiaca hacer dos cuadras y preguntarle al veterinario "qué etiqueta tiene", ya ha pasado tanto tiempo que no lo vamos a preguntar ahora. Negación absoluta. No nos va a cambiar la vida saber si es macho o hembra.

Catalina pasa casi desapercibida. La veo los días en los que hago asado, asoma su cabecita por la caparazón, deja que le haga unos mimos en la capocha, y sigue su camino. No interfiere en absoluto.

Siempre admiré eso de estos bichos. No te piden nada, no te molestan... Muchos dicen que son cero afectuosos o demostrativos, y es posible que así sea en la generalidad. Yo siento que Catalina no es así. Y amo esa virtud que tienen las tortugas de no molestar a nadie, de hacer su vida, de no entrometerse con el resto, de no pedirte nada. Lo que consiguen, lo hacen por motus propio. Nadie les da nada, nadie les pide nada, y ellas hacen lo mismo.

¿Será posible aplicar esas costumbres en la gente? Veo hoy día plenty of people entrometiéndose, intentando cambiar la vida de los demás, preocupándose en muchos casos más por las vidas ajenas que por las propias. ¿Hará bien un poco de cultura anfibia? Who knows.

viernes, noviembre 05, 2004

He's gone

Y se fue Magnano nomás. ¡Qué rara sensación! Complicado de describir. La primera imagen que tuve para equipararlo, para compararlo, fue el de la ruptura con esa novia a quien uno respeta mucho: le desea lo mejor. Y así es. Sin dudas que es así.

Rubén Magnano, cordobés de nacimiento, ganador por costumbre. Siempre se le otorgó un paralelismo con Bielsa que nunca compartí demasiado. "Quiero a Bielsa porque es honesto", como dando a entender que los anteriores no lo fueron. Pero ése es otro cantar...

Año 2000, Torneo Internacional Super 4 en el Héctor Etchart de Caballito. ¿Quién iba a pensar que este técnico, que contó sus tres primeros partidos en el debe (España B, Brasil y Eslovenia) iba a convertir a nuestro país en campeón olímpico, subcampeón mundial, lograría ganarle dos veces a USA con jugadores NBA y terminaría siendo posiblemente un gran semillero de jugadores?

Posiblemente nadie, o casi nadie. En este país exitista como pocos y carente de cultura basquetbolística como muchos, Magnano acuñó unas cuantas virtudes: mesura, responsabilidad, liderazgo y, sobre todo, algo que escasea por estos lares: coherencia. La coherencia no se compra en el super de los chinos a la vuelta de casa ni es inyectable. No. Viene de la cuna. Y este tipo tiene en cantidad, para donar diría.

Suerte.

jueves, noviembre 04, 2004

So lonely...

Tercer día solo en casa. Un embole total. Nadie con quien hacer absolutamente nada, salvo a la distancia, pero sin PC se complica, todo el mundo laburando, yo sin querer llamar a nadie por el simple hecho de no molestar, la tele tampoco ayuda, igualmente creo haber tomado nota de alguna que otra cosita medianamente interesante o, al menos, inquietante:

  • Ver el inicio de una nueva temporada de la NBA. Observar a un jugador tan bueno como elegante como Grant Hill en Orlando es realmente un recreo para mis ojos. Por eso, cruzo los dedos y espero que su rodilla no le juegue una mala pasada por enésima vez. Eso sí, van dos días de temporada regular y pareciera que, si la jugada no es espectacular, no vale. Manu, 24 puntos, pero el sombrero hoy me lo saco por el ruso Andrei Kirilenko, pavada de jugador.
  • Encontrar en el noticiero de Telefe a Paula Trapani. Ayer alguien por teléfono, medio en joda, medio en serio, me dijo "pajero". Y bue....la Trapani me puede.
  • Fashion TV hace notoriamente mal.
  • No me quiero olvidar de María Susini y Andrea Politti (ok, es veterana, pero es pre-cio-sa)
  • Quiero agradecer a Fox Sports por usar "World in my eyes" de Depeche Mode para promocionar "Minuto Cero", programa a ser transmitido el próximo domingo.
  • Juan Pablo Varsky en Fox Sports Noticias me genera dos sensaciones disímiles aunque no menos intensas: por un lado, enorme admiración. JP es una inagotable fuente de información, con dosis necesarias y nunca escatimadas de talento. Y por otro lado me hace reír realmente mucho. Su imitación del relator de Televisa relatando al "Bofo" Bautista jugando para las Chivas de Guadalajara es realmente muy chistosa.
  • Mientras todo esto pasa, yo espero que pasen cosas que, al menos por ahora, no van a pasar. No me quejo de ello, no lo discuto ni lo cuestiono. Para nada. Sólo espero que el tiempo pase, tranquilo, "como quien no quiere la cosa". Y le agradezco. Le agradezco mucho.

Sí, evidentemente es un post descriptivo y con muy pocos sentimientos volcados en estas pocas líneas. Eso lo reservo, en ocho días (y contando...) me van a sobrar cosas de ese tipo para contar. Incluso antes tal vez.

Gracias por estar del otro lado.

miércoles, noviembre 03, 2004

Vero

Reconozco que ha sido la persona que más me ha acompañado a lo largo de más de diez años. Y nada en particular motiva esto, el escribirle, el pensar en ella, absolutamente nada. De hecho, hace más de un año que no la veo, siempre hablamos (¡cuando nos acordamos que existimos!) e intentamos combinar una supuesta salida que nunca se concreta, y así sucesivamente, pasan los días, meses, a esta altura años...y siempre está.

Creo que hubo dos momentos que me marcaron demasiado su amistad. Con Vero compartimos fanatismos (Depeche Mode, fundamentalmente), colegio (egresó del secundario el mismo año) y, lamentablemente, la ausencia de nuestros papás. Ambos tenemos hermanos de la misma edad (mi hermana Adriana y el "osito" -mide casi dos metros el cristiano- ). El día que fui a saludarla post muerte de su papá, me atendió Lia, su mamá. La cara lo decía todo...y creo que la mía también. Hasta ese momento Verónica no había pasado más que de una amiga "común" (como si los amigos comunes existieran), y desde ese día creo que la sensación de acercamiento fue tal que nunca, pero nunca, hubo alguien que ocupara su lugar. Mucho tiempo después empecé a tener realmente amigos varones, y otras amistades mujeres que me confiaron mucho de ellas y en quienes yo pude depositar mi confianza, abrir mi corazón y lo que me pasa por el marote. Pero nadie como Vero. Nadie. No hay necesidad de hablar demasiado, siquiera de decir cosas que le lleguen al otro. Una mirada, nada más. Un mail, mínimo e indispensable. El saber que está, por más laburo, facu u otras actividades que nos tapen.

Lo otro fue muy raro, muuuy raro, y en el momento que se lo confesé, hasta me dio pudor. Principios del '98, yo charlando (no sean malpensados, realmente charlando) en una cama de dos plazas con R. Me pregunta cómo comienza mi amistad con Vero, de dónde la conocía, etc. Cuando llegamos a la respuesta del ya típico "su familia", comienzo a relatar una situación que yo conocía como actor secundario: en el colegio, al saber que "el osito" no tenía plata para pagarse la matrícula, sus compañeros hicieron una colecta y se la pagaron. A partir de allí, no se entendió nada más. Todo fue una catarata de lágrimas, una tras otra. Acto seguido, y sin haber tenido experiencias similares pasadas, comencé un ataque de nervios que terminó felizmente unas dos horas después. Nada me podía frenar, no podía cortar esa situación con nada del mundo. Té, cama, y algún que otro "golpecito" por parte de mi señora madre intentaron, en vano completamente, frenar esa andanada de llanto, desesperación y desconsuelo.

Yo no sé puntualmente si ser el "mejor amigo" de alguien genera estas sensaciones, o si a todo el mundo le ha pasado algo similar. Ni lo condeno ni lo dejo de condenar, en realidad tampoco lo analizo. Para mí eso "es" así. Ella me despierta eso, la sensación de amistad tan pura que puede desembocar en reacciones impensadas. Como este post, que salió de la nada misma.

martes, noviembre 02, 2004

Enfermo y contento

Estoy cansado, tengo anginas, me tuve que quedar esperando al médico laboral casi todo el día (se dignó a venir recién a las 18hs., creo que casi adrede), pero todo es superado por algunas sensaciones:

  • Tener los pasajes listos para el viernes 12. Diez, y contando...
  • Escuchar, claramente, del otro lado, un "hola papá" en el momento de dar la noticia. Casi que ella me la dio a mí. Había hablado previamente a ello, y casi que no quiso hablar. Después de eso, y antes que le dijera cualquier cosa, su reacción me llenó de lo que siempre me llena (aclarar qué es eso es ser redundante con referencia a posts anteriores)
  • Sentirme cuidado por alguien, por alguien que se preocupa, que te llama...En definitiva, que te quiere.

Me queda aún un día de reposo (domani) pero con algunas sensaciones, me siento como nuevo.

Eso sí, de creatividad, cero...

lunes, noviembre 01, 2004

Honestidad brutal

"Vos sabías el final de todo esto".

Creo que ahí me bajaron varias fichas. Varias. Sí, era la voz de mi vieja, el sábado a las 8 de la mañana. ¿Qué hacía yo despierto a esa hora? Es una hora relativamente lógica para este oficinista que, por lo general, no tolera quedarse demasiado tiempo haciendo fiaca, porque está acostumbrado a levantarse temprano, o porque trata de aprovechar el tiempo el máximo posible. No sé exactamente si la frase fue así, sí concretamente la idea que llevaba. Nora Argentina suele acertar bastante en los pronósticos, o ser precisa en las afirmaciones. Y, una vez más, tuve que darle la razón.

No es que yo la contradijera ni mucho menos, en absoluto. Pero para ser una de las primeras veces que hablo de varios temas con ella, senti la necesidad de afirmar cada dicho, como si ella en parte los hubiera seguido de cerca, cuando en realidad ella sabe lo que me pasa, lo que me pasó y, seguramente, lo que me seguirá pasando.

Para ser francos, hablamos de todo. De todo. Todo. Sí, todo. A quienes leen esto a diario y conocen bastante de mi vida: todo. Todo. Recuerdo que una de las cosas que me dijo fue "creo que nunca terminaste tan mal con alguien como esta vez, ¿no?". "La verdad que no, ma. Nunca. No al menos que yo recuerde. Desde la época de R que no terminaba así con alguien".

Como conté, hablé de todo. De Lucía, de Natalia, de lo mucho que extrañamos los tres a Lucía. De mi viaje, de un futuro viaje, de mis vacaciones. Y de ese tema. Fue el único momento en el que eligió escuchar a opinar. En realidad no tenía mucho más para decir que "evidentemente, es ella. No es otra. Es ella". Asumo que se le debe haber dibujado una sonrisa del otro lado del tubo. La conozco. Lo demás fueron detalles, referencias, un poco de descripción de la situación pasada y actual y algún que otro recuerdo cumpleañero. Nada más.

Mi mamá es mucho más que mi mamá, es mi confidente número uno, o siempre lo fue. Quizá faltaba eso, reflejarlo en una charla.

Yastá (como dice Andy).

Mientras, sigo contando....Once....Hoy, once.


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