Carilinas, por favor...

Llorar....lo que se dice "llorar", sí lloro. Lloro mucho, a diario. Hay una pregunta que se le hace a los chicos del foro en la que habitualmente se les pregunta "¿cuándo fue la última vez que lloraste?". Y desde ya que siempre recuerdo mi última vez, es algo no superado, asumido. Ya me acostumbré a decirme que no me hago el "superado", en todo caso el "asumido": asumo las cosas, no las supero, no por ahora, no hasta tanto las termine de solucionar internamente.

Hoy por la mañana hablé con una amiga que se sentía mal, me dijo que lloraba pero no me supo comentar con exactitud el por qué. Tal vez sean muchas cosas, todas separadas, que desencadenan y se convierten materialmente en un solo llanto. Es posible que eso pase, es factible que el cúmulo de experiencias angustiantes, feas o dolorosas lleven a uno a uno solo llanto. Como la gota que rebalsa el vaso. Pero en estos últimos meses yo he llorado "fraccionadamente" (usemos este vocablo pura y exclusivamente para intentar ser gráficos, no porque corresponda), muy de acuerdo a cada situación en particular.

La última vez que lloré desconsoladamente creo que fue hace tres meses y medio. El separarme significó y sigue significando un desencanto total, una pérdida enorme, y una elección durísima, pero en cierto sentido necesaria. Lloré de tristeza, de desencanto y también anticipadamente creo. Pensé que después de eso no iba a llorar por mucho tiempo, pero ya verán que no fue tan así.

Después lloré por extrañar. Y ese llanto se mezcla con un llanto de alegría a la vez. Eso me pasa todos y cada uno de los días desde que Lucía no está. Escucharla en el teléfono me despierta esas sensaciones. Ni hablar cuando la ví después de un mes: ver esa carita sonriente, por más que el sueño parecía ganarle a las ocho de la mañana de ese sábado, fue lo más lindo que me pasó en la vida. Poder sentir sus besos después de tanto tiempo, que viniera y me abrazara... fui inmensamente feliz ese fin de semana. Pero esa mañana de sábado que la pude ver nuevamente, me hizo llorar a mares de alegría.

Lloré por emoción. Hace unos diez días, un viernes recuerdo, encuentro a los Simpsons en Fox. Yo sabía que no debía mirar ese capítulo, pero igual lo hice. Conclusión: me largué desconsoladamente a llorar. ¿Motivo? El capítulo en el que Maggie llega a la familia Simpson, o al menos el recuerdo de ese nacimiento. Ver a Homero tapar ese cartel con fotos de Maggie formando la frase "Do it for her" ("Hazlo por ella") me representó muchas de las cosas en las que habitualmente pienso acerca de mi hija.

Por último, lloré por amor. Sí, ¿quién no lo ha hecho? Me suele pasar seguido, en este caso creo habérmelo tomado con mucha más tranquilidad que en otras ocasiones. Me dediqué todo ese sábado, hace algunas semanas, a quedarme en la cama, me levanté para lo mínimo indispensable. No rompí cosas, no me descargué con nada salvo dejando caer lágrimas. Nada más. Y no me arrepiento de contármelo, muy por el contrario. No me averguenzan mis emociones.

Menos mal que esto lo escribo para mí mismo...ups ! Ya le dí "publish"... "esc", "esc" !!!!!