Happiness
“Felicidad... es aquello que sentimos como felicidad”
Aquellos que escuchan Basta de todo saben de lo que hablo. Y en esa dicotomía de pensar si eso está bien o está mal, si se trata de un axioma complicado de refutar, y la no remota posibilidad de considerarlo una verdadera pavada, me hallo.
En realidad mi momento me halla así. Feliz sin motivo aparente. O con varios pequeños motivos aparentes. El vaso medio lleno, que le dicen. No porque haya un vaso medio vacío distinto al habitual, en absoluto. Tampoco pasa lo contrario: el vacío no se ha incrementado. Y no ha ocurrido nada superlativamente positivo que me haga cambiar la idea. Not by now.
Mi felicidad actual consta de varias diminutas partes. Quizá deba referirme a un rompecabezas de algunas piezas que estoy intentando armar. Y no lo completé, pero vislumbro el lugar correcto de cada una de ellas. Incluso sé cómo cerrarlo, independientemente de qué pieza elija para comenzar.
Amigos. Actividades. Vacaciones. Reuniones. Fotos. Sonrisas. Un par de acordes. Errores. Sí, hasta los errores forman parte de mi presente feliz. De mi felicidad. No completa, no absoluta, no definitiva (como si hubiera una felicidad definitiva en la vida de cualquier mortal). No, simplemente mi felicidad actual. Así, llana como se menciona, como se escribe en este teclado, a esta hora de la noche y con Pink Floyd de fondo, con un tono melancólico que “Wish you were here” le da a la noche, pero que no tiene mi vida actualmente.
Entonces, después de pensar las cosas, tan simples como inicialmente rutinarias que me hacen feliz hoy día, pregunto y me pregunto: ¿Hay motivo obligatorio para ser feliz? De maduro la respuesta sería un “no” tan contundente como corto y tajante. Y creo que no. No en este momento. Posiblemente tenga algo que ver con mi idea de principios de año de olvidarme de los problemas y hacer de este 2005 un tiempo un poco mejor, con alguna que otra risa más que las lágrimas que potencialmente se puedan contar en el piso y en los pañuelos.
Allí entonces me encuentro, en esa disyuntiva, ya casi resuelta, de tomar el “felicidad...es aquello que sentimos como felicidad” como algo totalmente incierto para mí...ya que hoy no sé qué es “aquello” que me hace feliz.
N. de la R.: El autor de este pequeño artículo se percató del mismo detalle del que usted ya se dio cuenta: nunca verá en ningún lado tantas veces escrita la palabra “felicidad”. Sepa disculpar la escasa creatividad.
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