Feliz
De los dos, fui el primero en verte. Es algo muy raro: tu mamá te tuvo nueve meses ahí adentro e igualmente el primero que te vio en el mundo exterior, aparte de la partera, fui yo. Ya te voy a explicar.
Tu mamá fue la primera que te besó, la que te cuidó inicialmente y te dio de comer. Y yo fui el primero que me enamoré de vos.
Ahora ya cumplís dos años. Y no los vas a pasar en esa salita de neonatología donde giraste la cabecita para que te saquemos tu primer foto. La pasarás con juguetes, con amiguitos, con Tuf correteando por ahí, con la tía babosa, con la abuela emocionada y con tu papá contento. Con tu mamá, con tus abuelos y bisabuelos como todos los días, conmigo como en esos encuentros tan especiales que son, con esas miradas cómplices, esos juegos espontáneos, esas risas contagiosas, esos llantos eventuales y esos besos especiales, uno más que el otro.
Dos años. Ojalá yo te pudiera explicar todo lo que significás para mí, palabra por palabra, frase por frase, sentimiento por sentimiento. Gesto a gesto. No puedo, no podría, no lo voy a intentar. Es imposible.
No me alcanzarían dos años para explicarlo y ponerlo en palabras.
Te amo, hija.
Feliz cumpleaños. Eso, "feliz". Más que nunca, "feliz".
<< Home