La historia de la fina línea de la credibilidad
¿Dónde estarás? ¿Por qué te perdí el rastro?
¿Debía volver a intentar?
Nunca entendí bien el por qué tenemos distintas religiones en este mundo. A veces pareciera que no entendemos que estamos acá para pasarla lo mejor posible, que este camino es "de paso", independientemente de lo que crea cada uno con respecto al "después". Pero en esos meses, entendí aún menos a las religiones.
Puedo entender las diferencias, muchas, unas cuantas, todas. O casi todas. Andrea no era una diferencia. Era especial. Su mirada era muy particular, su nariz era igual a la de la mujer de mi vida, su sonrisa disparaba esos oyuelitos en la cara que tanto me gustan...Todo me gustaba de ella. Su forma de hablar....esa mirada, mi Dios...esa mirada....ahí está el tema....justamente, qué contradictorio, "mi" Dios no era "su" Dios.
Pensar que recibimos el nuevo milenio juntos, pensar que me divertía tanto, pensar que me mantenía ocupado y entretenido en esas noches interminables de Call Center, pensar que en ese año 2000 pensé en ella más que en cualquier otra persona. Temprano, yendo a mi primer trabajo, a la vuelta para entrar al segundo, a la noche, en mis sueños. Andrea presente. La fina línea entre lo que se cree y lo que se siente. Entre lo que podría ser y no es, entre lo que debería ser y no es.
¿Debía volver a intentar?
Nunca entendí bien el por qué tenemos distintas religiones en este mundo. A veces pareciera que no entendemos que estamos acá para pasarla lo mejor posible, que este camino es "de paso", independientemente de lo que crea cada uno con respecto al "después". Pero en esos meses, entendí aún menos a las religiones.
Puedo entender las diferencias, muchas, unas cuantas, todas. O casi todas. Andrea no era una diferencia. Era especial. Su mirada era muy particular, su nariz era igual a la de la mujer de mi vida, su sonrisa disparaba esos oyuelitos en la cara que tanto me gustan...Todo me gustaba de ella. Su forma de hablar....esa mirada, mi Dios...esa mirada....ahí está el tema....justamente, qué contradictorio, "mi" Dios no era "su" Dios.
Pensar que recibimos el nuevo milenio juntos, pensar que me divertía tanto, pensar que me mantenía ocupado y entretenido en esas noches interminables de Call Center, pensar que en ese año 2000 pensé en ella más que en cualquier otra persona. Temprano, yendo a mi primer trabajo, a la vuelta para entrar al segundo, a la noche, en mis sueños. Andrea presente. La fina línea entre lo que se cree y lo que se siente. Entre lo que podría ser y no es, entre lo que debería ser y no es.
Vaya uno a saber dónde estará ahora. Quizá se esté preguntando lo mismo que yo. O rezando algo distinto a lo que rezo yo en otros lares, distintos a los míos.
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