Entre mails, charlas, fotos jamás sacadas y recuerdos, me dí cuenta que este espacio también tiene sus bonus tracks. Sus bootlegs. ¿Sabés lo que es un bootleg? Es algo oculto, poco conocido, no oficial, casi “clandestino”. El tema que ahora suena es también un bootleg. Sí, es un bootleg, es una versión clandestina, desconocida, sin blanquear. Gahan se puso la capa, de vez en cuando pareciera caerse en la pradera, simula tener siempre puesta la corona pero en “mi” video, por esos saltos, se le cae. La levanta y sigue. Nunca pensé en hacer conocer mi bootleg. Una vez te lo hice escuchar, incluso hasta leíste el código fuente en el visor. Y ahí está, ahí lo tengo, no lo olvido, pero en plan de guardar cosas viejas en cajones o en lugares que no necesitan backups, también guardo eso. Acabo de tomar nuevamente ese anotador donde está mi bootleg. Pensé en copiar alguna que otra frase, bastante comunes todas por cierto. No tiene sentido, no va a cambiar nada. Este archivo me lo guardo yo. Nada de deletes. Enjoy the silence.
¿Cuántas veces una canción te puede pasar por alto? ¿Cuántas veces deberías haber repasado ese disco, o este, y descubrir que en este tema hay una buena parte de tu historia? ¿Adónde ibas tan apurado que no te preocupaste en escuchar esto? Se disparan más preguntas, se generan más certezas. Me emociono, ya por vez número....en realidad por enésima vez en el día. Miro esa foto que me gusta tanto, con el convencimiento del corazón y la negación de la cabeza. Juego con tus dedos, de vez en cuando te cuento algún que otro chiste que te haga sonreír, te repito hasta el cansancio que no quiero ningún beso, ningún abrazo tuyo. Y gracias a Dios no me hacés caso. Ojalá hubiera reaccionado antes para escucharla con vos. Aunque no entendieras nada. The bottom line, Depeche Mode (Ultra, 1997)Like a cat
Dragged in from the rain
Who goes straight back out
To do it all over again
I'll be back for more
It's something
That is out of our hands
Something we will never understand
It's a hidden law
The apple falls
Destiny calls
I follow you Like a pawn
On the eternal board
Who's never quite sure
What he's moved towards
I walk blindly on
And heaven is in front of me
Your heaven beckons me enticingly
When I arrive
It's gone
The river flows
The wise man knows
I follow you I'm yearning
I'm burning
I feel love's wheels turning Like a moth on love's bright light
I will get burned
each and every night
I'm dying to(o)
The sun will shine
The bottom line
I follow you
Acá estoy, frente a la compu de nuevo, contando cosas que pasan, sean importantes o no, peleando contra la barra espaciadora que hace tiempo ha dejado de funcionar correctamente, peleando con mis escasas ideas para que tomen forma de una vez por todas y pueda enhebrar cuatro o cinco párrafos medianamente coherentes. Estoy haciendo radio de nuevo. Sí, creo que volví a uno de mis amores, a mi primer “amor mediático”, a ese que uno muchas veces por falta de tiempo y de recursos muchas veces posterga. Sé que lo que escribo no es para un best seller: no quiero eso, no busco eso, y creo que además me perdería en el intento por lograrlo. Más allá de escribir, de contar, de graficar sensaciones con palabras, mi primer contacto con los medios independientes ha sido la radio sin discusión. Hace muy poco tiempo unos amigos me propusieron hacer algo que ellos llaman “polideportivo”: es decir, me pusieron al tanto: “nosotros podemos hablar únicamente de fútbol, vos encargate del resto”, y ahí estamos, haciendo “Santa Maradona”, un título que bien refleja el golpe de timón ideológico que tiene el programa. ¿Y qué espero de esto? Divertirme. Así de sencillo, experimentar, no contar siempre lo mismo, no ser un tipo expresivamente acartonado, no “escupir” información sino “compartir” información, no pretendo ser sólo un lector de noticias y que aquello que menciono ya haya sido leído o escuchado en cuanto programa o página de Internet exista. En eso estoy, intuyo que lentamente voy recuperando esa práctica que el aire de radio da, que tuve durante siete años para desenvolverme frente a un micrófono y que hace que me sienta bien, cómodo, que sea parte de una charla de café y no una voz detrás de un transmisor o un parlante. Por enésima vez intenté que cuatro o cinco párrafos incluyan una idea medianamente coherente. Quedo en deuda de nuevo. Pero ya saben: los domingos a la noche me (nos) pueden escuchar un ratito además de leerme de vez en cuando las incoherencias que aparecen acá. N. de la R.: “Santa Maradona” se emite todos los domingos de 21 a 22 (live) en www.arinfo.com.ar
De actualizar este blog, de hacerla escribir a Lucia, en su lugar y en el mio. Me olvido de algunas fechas, de algunas personas, de cuidar y de cuidarme. Pero no podría olvidarme de los dos, ni hoy ni nunca. Vieja, gato, feliz cumpleaños. Los quiero mucho.
Me hacés escribirte. Porque hace no mucho tiempo dije que algo iba a escribir, y si bien tenía una idea, ésta se puede modificar (como finalmente pasó).
Me hacés apreciarte. Porque en algunas cosas te presto más atención de lo que te imaginás.
Me hacés preocuparme. Imposible no hacerlo. Imposible no pensarlo. Imposible evitarlo. Porque el cariño no se desvanece.
Me hacés pensar. Me hacés cambiar de parecer. Me hacés analizar cosas que jamás analicé. Me hacés retractarme, arrepentirme, dar una vuelta de 180 grados y entender que lo que creo que está bien, no está tan bien.
Y, como dice una canción que amo, pero que a vos no te gusta: me haces bien.
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