Lo breve y bueno está bueno que sea breve???

Dicen que lo realmente bueno dura poco.

Que uno no es conciente de las cosas buenas por las que pasa hasta que se terminan. Y es muy probable que eso sea efectivamente así.

Pues eso me pasa, al menos en este momento. Como cada vez que vuelvo de ver a mi hija, atravieso por un estado de plena ambiguedad sentimental y obviamente interna. Por un lado, la felicidad plena, recordar las risas, los gestos, el sentirme "papá" de nuevo y todas esas cosas que uno muchas veces trata de escribir, y que pocas veces logra exteriorizar con precisión. Por otro lado, en las antípodas de ese sentimiento, la sensación de extrañar en forma inmediata.

Odio las despedidas. Odio que las despedidas sean a Lucia. Y amo estas fotos. Estas, que entre hoy, mañana, pasado, y a lo largo de los días, van a poder ver. Cuando me registré en el hotel, el sábado por la mañana, prendí la tele y ví que lo único que podía ver era eventualmente a Mauro Viale, Chiche Gelblung y personajes de ese tipo: sí, la tele mostraba muy pocos canales (olvídense de los de deportes y los de música, desde ya; para colmo TN sin audio vaya uno a saber por qué) que me pudieran hacer compañía el sábado por la noche.

Y les cuento un secreto: falta poco para que termine el año, y lentamente, sin darse cuenta, uno empieza a hacer balances. Y si tuviera que elegir un solo momento de este año, uno solo, por más corto o largo que fuera, no lo dudo: esa caminata de un kilómetro, desde su casa hasta la farmacia para comprar aspirinas para "mamá", fue el momento más lindo que pasé en mucho tiempo, posiblemente en varios años. Lo juro. Esas fotos. Cantar la misma canción una y mil veces (nunca me imaginé verme cantando diez o veinte veces seguidas un tema de Pipo Pescador, solamente Lucia puede conseguir eso), pasar por el mismo lugar diez veces, reírme de lo mismo otras tantas... No puedo escribir eso. Es totalmente interno. No me salen las palabras. No sé si existen, en realidad.

Lo bueno dura poco. Sí, muy poco, demasiado poco diría.

Constantemente lo confirmo.