Hasta luego
Podría contar muchas cosas.
Podría describir pensamientos tan certeros como lindos y dolorosos a la vez.
Podría decirte que todo me duele mucho.
Podría agradecerte eternamente, y en parte culparte a la vez.
Podría maldecirme todos y cada uno de los días.
Podría derramar una lágrima más, que contenga todos los sentidos, pero no tendría sentido simultáneamente.
Podría confirmarte, por enésima vez, que sos de las personas más importantes que ha pasado por mi vida. Por no decir la que más.
Podría hacer muchas cosas más. Pero la próxima vez que te vea, y sin pronunciar palabra, sólo voy a atinar a hacer una cosa:
Y seguramente eso significará mucho más que mil palabras.
Me despido como acostumbrás a leerme y a escucharme.
Gracias.
Buenas tardes.
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