Las actividades de Lucia
Cada viaje a Carlos Paz me deja algunas cosas nuevas, en realidad la relación con Lucia me deja siempre algún punto más en el haber.
En uno de los tantos viajes en remis del fin de semana pasado (viajar en colectivo en Carlos Paz es realmente una tarea complicada, no por el viaje en sí sino por el tiempo de espera, especialmente los fines de semana y con amenazas constantes de paro de transportes), uno de los choferes me dijo que los tres años, la edad que actualmente tiene la pioja, es la mejor edad de los chicos. Y coincido. Su permanente búsqueda de actividades, de descubrir nuevas experiencias, cosas, sensaciones, hace a esa franja entre los dos y los cuatro años una etapa única e irrepetible.
En algo parecido anda Lucia. Los sábados a la mañana se despierta muy temprano para ir a música. Sí, Lucia va a música. Es cierto que, por cuestiones más que obvias, todo es muy corto y limitado: los juegos musicales la llevan a aprender, las canciones que canta son cortas para que no se "haga lío" en el medio con tanta melodía y palabra, pero en definitiva, no deja de ser una actividad para incrementar su intelecto.
Lucia tambien va al psicólogo. Esto no es nuevo, es más, lo preveía. Nunca fui amante de la psicología, será porque no funcionó conmigo, o porque la ayuda que me brindó fue ciertamente limitada. Pero para ella es fundamental. Y además la pasa bien. La idea es que aprenda a manejar sus impulsos, que actualmente le traen algún que otro problema, pero que eventualmente podrían agravarse a lo largo del tiempo.
Es chica, también es cierto. Pero ya no es una bebé. Me cuesta verla como tal. Es más, me cuesta verla como alguien que tiene esa edad, porque sus actividades, sus ideas y sus ocurrencias muchas veces superan la media del pensamiento de esa edad justamente.
Muchas veces, cuando cuento este tipo de cosas, o cuando me encuentro hablando de mi hija, me pregunto si estaré exagerando un poco, si todos los padres sienten algo parecido, similar, o si realmente Lucia es especial. Pues no lo sé, asumo que sí, que no soy el único. Y también asumo que debe estar bien sentirse así.
<< Home