De vuelta a mi lugar

Hace mucho que no me siento frente a una pc (la del trabajo, la de mi casa, da lo mismo) en este espacio (que hace poco cumplió dos años) a contar alguna que otra cosa medianamente importante e interesante en mi vida.

Pues ahora la hay.

La primera la pueden ver. Durante esta última semana, Lucia ha iluminado mi vida y la de mi familia. Esta visita fue distinta a otras, porque Lucia ya no es una bebé; muy por el contrario, es una nena que, más allá de sus tres años, es una fuente inagotable de ideas y creaciones, muchas muy locas y "divertidas" (su palabra fetiche), sino que además de preguntas descolocantes y razonamientos impensados. Impensados para su edad. Lucia ya se queda con su papá sin problemas, durmió tres de esas seis noches con quien suscribe, la pasó (creo yo) increíblemente bien, jugó y mucho con su tía y su abuela, se sacó fotos, se puso remeras de Depeche Mode, escuchó música de Piñon Fijo con su padre para poder dormirse, bailó, saltó, le dio besos a la perra, acarició a la tortuga, me ayudó a hacer el asado, dibujó, cantó...en fin, se me acaban las comas para enumerar.

También ahora sus expresiones son distintas, y no teme decir "te quiero" o "te voy a extrañar". Y a mí la imagen de padre medianamente serio y sobrio se me desmorona como castillo de naipes en medio de la tormenta. No hay caso, una lagrimita y un par de palabras te cambian la estructura, te la tiran a la mierda y te dejan casi rengo. Habrá que acostumbrarse.

Y por otro lado, también estás vos. Así, tan aceleradamente. Y estoy bien. Me siento bien. Me hacés sentir bien. Te diré, no es poco. Y seguro que estás leyendo esto, y que has leído alguna que otro comentario de estos últimos 24 meses de este espacio. No te pongo en ningún lugar en el medio, no te comparo con nadie. Eso sí, haceme sentir bien. Yo voy a intentar hacer lo mismo. Creeme que intento. Y a veces creo que lo logro.

Esto es lo que salió, de las emociones que me generan un par de cosas. De importantes cosas. Ojalá pueda escribir más seguido, reacostumbrarme a adoptar este lugar como mi verdadero cable a tierra.