Glosario de la relación precoz
Con la inestimable colaboración de mi amiga y bloggera Valy, hemos (bah, he) decidido hacer un breve glosario de algunos términos "en boga" sobre comienzos de las relaciones, las relaciones en sí, y todo lo que hay en el medio:
"Le pintó el amor": Sencillamente a la persona en cuestión esa relación, que empezó como algo ocasional, casi accidental, se le convierte en un verdadero dilema: quizá no quiera, pero se da cuenta que siente por él/ella algo más que lo carnal, que lo gustativo (sic), que una real atracción netamente física. Potencia las virtudes de su compañero o compañera de turno, minimiza los errores o defectos, o lo que no llega a ser eso, pero no le gusta, aquello con lo que no comulga pero por motus propio concilia. Atención: Esto el día de mañana puede volverse en contra; aquello que antes toleraba, ahora le resulta insoportable, incomprensible, y no puede esperar un segundo a que el otro lo cambie para que, al menos, se anote un poroto y una pulseada ganada.
"Es un enamorado del amor": No hay duda que le pintó el amor, ahora las formas son distintas a las que uno espera. No solamente está deslumbrado, además tiene algunas reacciones que lo distinguen. Usa frases que hace años que no escuchamos; presta atención a detalles que para nosotros son insignificantes; compra una golosina antes de llegar, y lo que es aún peor (o mejor): tiene otra escondida, sólo que no se anima a dártela. Intenta no usar malas palabras, cuando lo hace es porque se ve necesariamente forzado a graficar una situación con ese tipo de palabras. Cree que la relación da para algo más que "salir y punto", pero no se anima a plantearlo.
"Me muero de ganas de pasar la noche con vos": Léase "sí, me pinta el amor, pero qué le voy a hacer: estoy caliente"
"Me muero por llamarte, pero no te quiero cansar": Nunca tan cierta una verdad...a medias. Sí, se muere por llamar, y también se muere por cansarla o cansarte. Evidentemente no conoce ni tus tiempos ni tus necesidades, en algunos casos hasta anteponga sus necesidades a las tuyas, y eso hace que vayan a contramano: sus ganas y tus necesidades; tu pedido de afecto con su aparente desinterés.
"Quiero que hablemos de lo nuestro": Lo que parece ser una frase buscando una postura firme y una realidad más clara de ahora en más, en un porcentaje muy alto se termina convirtiendo en un híbrido tan notorio que, lo más probable, es que todo continúe tal como estaba antes de esa frase. La presunta seriedad que aflora en esa oración, no hace otra cosa que sentarlos frente a frente, pero no termina definiendo absolutamente nada. Hará falta que uno mismo se ponga los pantalones largos y empiece a rumbear este tema; sino preparate, todo será un híbrido constante, sin necesidad de sentarse frente a frente.
"¿Te puedo dar un beso?": Si después de tres horas de charla, de ir al cine, a tomar algo, a caminar, y son las tres de la mañana; te pregunta eso, acertaste: estás frente al primer nardo del mundo (Expresión de este glosario no aplicable a las mujeres, ya que ellas difícilmente no sólo no digan algo así, sino que además den el primer beso en un primer encuentro)
"No remontó el barrilete": Confirmado: el muchacho "no funcionó" (sí, ahí, en la cama)
"No voy a hacer nada que vos no quieras hacer": Nunca una mentira masculina fue tan popular y fue tan usada. Suele decirse cuando ya no sabe qué más hacer para terminar en la cama, sin embargo en vez de actuar convencido, prefiere decir eso y "recular"; ponerse en papel de víctima y deshacerse del problema es algo que a los hombres les encanta (nos encanta). En realidad creo estar convencido que eso les gusta tanto a varones como a mujeres pero, en definitiva, se parece a algún caso anterior: es complicado encontrar a una mujer no sólo decir eso, sino además encontrar a una fémina en una postura de ese tipo.
"Que te vaya bien": Para cerrar este pequeñísimo e insignificante glosario, no hay peor frase para despedir a alguien que un "que te vaya bien". Ya lo dijo Valy: esto cierra toda puerta habida y por haber, sella con pegamento super avanzado todas las ventanas de la casa y, por las dudas, prende la chimenea, no vaya a ser cosa que se te ocurra entrar por ahí. Un "que te vaya bien" no deja endijas, no vislumbra grietas; un "que te vaya bien" quiere decir, en todos los casos, un "bueno, pasé el rato, pero nunca más!". Puede ser comparado con otras frases como "Suerte", "Hablamos" (cosa que nunca pasa, salvo que estés tan desesperado que ni siquiera te conformes con las manualidades) o símiles.
Se aceptan sugerencias para seguir ampliando este glosario.
Gracias a Valy por su inestimable ayuda, de igual manera a su amiga Lucila.
"Le pintó el amor": Sencillamente a la persona en cuestión esa relación, que empezó como algo ocasional, casi accidental, se le convierte en un verdadero dilema: quizá no quiera, pero se da cuenta que siente por él/ella algo más que lo carnal, que lo gustativo (sic), que una real atracción netamente física. Potencia las virtudes de su compañero o compañera de turno, minimiza los errores o defectos, o lo que no llega a ser eso, pero no le gusta, aquello con lo que no comulga pero por motus propio concilia. Atención: Esto el día de mañana puede volverse en contra; aquello que antes toleraba, ahora le resulta insoportable, incomprensible, y no puede esperar un segundo a que el otro lo cambie para que, al menos, se anote un poroto y una pulseada ganada.
"Es un enamorado del amor": No hay duda que le pintó el amor, ahora las formas son distintas a las que uno espera. No solamente está deslumbrado, además tiene algunas reacciones que lo distinguen. Usa frases que hace años que no escuchamos; presta atención a detalles que para nosotros son insignificantes; compra una golosina antes de llegar, y lo que es aún peor (o mejor): tiene otra escondida, sólo que no se anima a dártela. Intenta no usar malas palabras, cuando lo hace es porque se ve necesariamente forzado a graficar una situación con ese tipo de palabras. Cree que la relación da para algo más que "salir y punto", pero no se anima a plantearlo.
"Me muero de ganas de pasar la noche con vos": Léase "sí, me pinta el amor, pero qué le voy a hacer: estoy caliente"
"Me muero por llamarte, pero no te quiero cansar": Nunca tan cierta una verdad...a medias. Sí, se muere por llamar, y también se muere por cansarla o cansarte. Evidentemente no conoce ni tus tiempos ni tus necesidades, en algunos casos hasta anteponga sus necesidades a las tuyas, y eso hace que vayan a contramano: sus ganas y tus necesidades; tu pedido de afecto con su aparente desinterés.
"Quiero que hablemos de lo nuestro": Lo que parece ser una frase buscando una postura firme y una realidad más clara de ahora en más, en un porcentaje muy alto se termina convirtiendo en un híbrido tan notorio que, lo más probable, es que todo continúe tal como estaba antes de esa frase. La presunta seriedad que aflora en esa oración, no hace otra cosa que sentarlos frente a frente, pero no termina definiendo absolutamente nada. Hará falta que uno mismo se ponga los pantalones largos y empiece a rumbear este tema; sino preparate, todo será un híbrido constante, sin necesidad de sentarse frente a frente.
"¿Te puedo dar un beso?": Si después de tres horas de charla, de ir al cine, a tomar algo, a caminar, y son las tres de la mañana; te pregunta eso, acertaste: estás frente al primer nardo del mundo (Expresión de este glosario no aplicable a las mujeres, ya que ellas difícilmente no sólo no digan algo así, sino que además den el primer beso en un primer encuentro)
"No remontó el barrilete": Confirmado: el muchacho "no funcionó" (sí, ahí, en la cama)
"No voy a hacer nada que vos no quieras hacer": Nunca una mentira masculina fue tan popular y fue tan usada. Suele decirse cuando ya no sabe qué más hacer para terminar en la cama, sin embargo en vez de actuar convencido, prefiere decir eso y "recular"; ponerse en papel de víctima y deshacerse del problema es algo que a los hombres les encanta (nos encanta). En realidad creo estar convencido que eso les gusta tanto a varones como a mujeres pero, en definitiva, se parece a algún caso anterior: es complicado encontrar a una mujer no sólo decir eso, sino además encontrar a una fémina en una postura de ese tipo.
"Que te vaya bien": Para cerrar este pequeñísimo e insignificante glosario, no hay peor frase para despedir a alguien que un "que te vaya bien". Ya lo dijo Valy: esto cierra toda puerta habida y por haber, sella con pegamento super avanzado todas las ventanas de la casa y, por las dudas, prende la chimenea, no vaya a ser cosa que se te ocurra entrar por ahí. Un "que te vaya bien" no deja endijas, no vislumbra grietas; un "que te vaya bien" quiere decir, en todos los casos, un "bueno, pasé el rato, pero nunca más!". Puede ser comparado con otras frases como "Suerte", "Hablamos" (cosa que nunca pasa, salvo que estés tan desesperado que ni siquiera te conformes con las manualidades) o símiles.
Se aceptan sugerencias para seguir ampliando este glosario.
Gracias a Valy por su inestimable ayuda, de igual manera a su amiga Lucila.
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