Unplugged
¡Qué bueno está poder desconectarse! Y reconozco: qué afortunado resulto ser, hay gente que definitivamente no puede hacerlo.
Estos tres días y fracción (la fracción corresponde al jueves por la noche, donde dejé los bolsos, me dí un baño y salí directo al Roxy) en Mar del Plata con mis amigos no son otra cosa que una fortuna. Y para mí tienen un significado distinto quizá al del resto de la gente: durante años, me tomé vacaciones "distintas", siempre con la familia. A los amigos los tenía de marzo a diciembre, a mi familia en enero y febrero. Quizá sea por eso que lo disfruto tanto.
Estos días me dejaron un tostado respetable, cero voz, un rojo importante en mi cuenta bancaria y más de 190 fotos. Como es imposible mostrarlas a todas, pues me valgo de unas nueve para graficar lo que fueron estos tres días y fracción: excelentes.
<< Home