¡A la hoguera!

Esto iba a tener algún borrador previo, pero el hecho de hacer tiempo esperando a alguien (Ivana, hay que ser puntual =P ) me hace ponerme acá en la compu a escribir alguna vaga idea lejana.

Desde hace ya bastante me he puesto a pensar (sí, a veces esto último ocurre) en todas aquellas personas que me gustaría asesinar. Es muy fácil decir "Bin Laden, que parezca un accidente!" pero el gustito de la tarea personal no es el mismo. Claro está, no es para que lo tomen tan literalmente. Pero creo que todos tenemos en nuestro interior, seres que no queremos ver, a quienes no queremos tratar. Personas, o grupos de ellas, que tienen cierta característica que hace aflorar nuestro mal humor, enojo, desidia... Y, sobre todo, que con esas acciones que poseen, es casi imposible que uno no reaccione así. No sé si esto terminará siendo un top 3, un top 7 (?) o un countdown de esas personas, pero asumo haber encontrado a varios de mis enemigos número 1.

El que rompe la boletera del bondi: Sí, nadie está exento de trabar la maquinola. Tampoco éstas son último modelo, infalibles (seguro que en Europa te hacen la comida y te planchan), pero hay personas que son cuasi especialistas en el arte de hacer lo que no deben hacer, ni les aconsejan hacer. Por ejemplo, meter la mano en el semicírculo que toma las monedas. "No señor, ojalá le coma los dedos!", te invita a decir con la acción en sí. Ni hablar de aquellos que ponen una misma moneda diez veces... Uno cree que lo hacen porque no tienen más monedas, entonces entiende en parte la situación. Pero luego, al undécimo intento, sacan una moneda de entre otras 15 en perfecto estado...¡Válgame Dios! ¿No era más fácil y más rápido a la tercera vez cambiar la moneda y nos ahorrábamos todo este tiempo? Paredón para esta raza!

El que no pretende ser discriminador y es el más discriminador de todos: Estos personajes suelen quedar en evidencia fácilmente. Frases como "son negros....pero negros de alma, eh!" o "yo tengo un montón de amigos judíos" o "creo no tener nada de discriminatorio, de hecho hay banda de amigos míos que son gays" son personajes detestables por el sólo hecho de que se les cruza esas ideas por la cabeza. Cero pluralismo.

El prepotente: A mi juego me llamaron. A estos directamente los surtiría con un uppercut de derecha al mentón, o similar. Suelen desatar fácilmente mi furia, y los ubico de gerente para arriba en las empresas, de más de 5000 pesos de sueldo para arriba en la vida cotidiana, y de dos kilitos de venta de humo para arriba en la vida social. Acostumbran hacerse notar a gritos, como si las cosas a los gritos salieran mejor. O suelen sentirse mas que el resto, situación que directamente me pone de los pelos (habitualmente no reacciono, pero como vengo con broncas acumuladas de años, en cualquier momento me salta la térmica (?) )

El que pide cosas urgentes: Una de las cosas que siempre aprendí trabajando es que lo urgente no es necesariamente importante. Lo importante puede o no ser urgente, pero la situación a la inversa no es, justamente, directamente proporcional. Por ende, la cantidad de personas que suelen pedir cosas "urgentes" pocas veces reparan en la importancia de las mismas. Habitualmente (muy habitualmente) para esa persona son urgentes porque se las olvidó cajoneadas, porque no leyó tal o cual mail... y jamás te comentarán su responsabilidad en que eso se haya tornado en algo urgente.

"Los de Marketing": Ay...esa manga de patanes con camisas Legacy (aclaro que AMO la ropa Legacy, pero en los cuerpos (sic) de esos idiotas, pareciera que también la odio), sus "brainstormings", sus "coffee breaks", sus ideas brillantes... La forma en la que te llaman "Javi" al primer llamado, y uno contiene todas las ganas al teléfono de decirle "¿Y vos a quién le ganaste que me decís Javi, cabeza de pez?"...todo, absolutamente todo eso que uno espera NO ser, confluye en estos personajes impresentables que, lamentablemente, suelen manejar toda la merluza de un negocio.

Los analistas políticos: Uno de los grupos más ladris de este país. No me quiero imaginar qué carajo hacen para subsistir en el día a día, pero se sientan, se ponen frente a cámara, bajan sus lentes a media cabeza, luego se los sacan, los dejan pegados a la lapicera de turno (nunca una Parker, obvio), miran la cámara y pretenden hacer creer que son tipos probos, éticos, respetuosos de las instituciones, y terminan siendo luego una de las sectas más odiadas y odiosas de este país, bah, qué digo país, del universo todo.

Los relatores y comentaristas de fútbol: "Un saludo para Jorgito, que está en Colonia Caroya...se debe estar comiendo unos salamines....seeeee!!!"...TARADO, RELATA EL PARTIDO!!!! No es complicado, se mencionan los apellidos de los jugadores (sí, leyeron bien, los APELLIDOS) y se comentan las incidencias más importantes. También vale aclarar que, si están relatando y comentando un partido de fútbol, está clarísimo que quienes están en la cancha y tienen contacto con la pelota en forma constante son los FUTBOLISTAS, no es necesario que lo mencionen a cada rato, porque se sobreentiende (sí, son futbolistas, el que está de número cinco no es sodero). Y de paso, y más allá que a ustedes les resulte gracioso, fíjense que el que está en el campo de juego (por más que en el 97% de los casos no aporte absolutamente NADA) es un compañero de trabajo, no sólo no es necesario ponerlo en ridículo cada dos minutos con chistes o comentarios que no le interesan a nadie, sino que además queda feo.

Por último...

Los que mandan saludos por televisión o radio: Mención especial a aquellos que dicen "un beso grande a mi mamá que está acá al lado mío"...Y DASELO, IDIOTA!!!! Monumento al reverendo pelotudo para ese.