Changes are no good (Parte 2)
Prefería no haberme convertido en lo que me convertí.
Prefería las lágrimas y las risotadas de antaño, cierta complicidad con mis sentimientos, que ahora tanto me cuesta demostrar. También añoro mis enojos banales, inservibles e inconducentes. O mis estupideces grandilocuentes, mis reclamos poco genuinos, mis chistes evidentes, mis nervios poco contenidos.
Era distinto y parecía sentir más. A veces parezco de hielo, como que todo me conmueve poco o nada. Una picadura de mosquito en el medio de un terremoto. Creo que prefería la otra vida, donde todo me conmovía y me movilizaba más, para bien y para mal, para unir o para separar.
Hoy los años y las situaciones me han convertido en otra cosa. Que sigue sintiendo, seguramente. Quizá de distinta forma. El recorrido es distinto, el sufrir, llorar y reírte con un hijo, en una separación, en el quiebre de una amistad, o en lo que sea, te hace de otra madera. Te convierte en un soplido de algarrobo en roble, o algo parecido.
A veces me siento culpable y responsable de los cambios. No sé si me han convertido en un mejor o peor tipo, sí sé que me han hecho devenir en un tipo distinto. La mirada en las cosas también es distinta.
Ojalá nunca me convierta en algo que no quiero.
1 Comentarios:
Hola...Tanto tiempo!
Bueno, las cosas que vas viviendo te van haciendo la persona que sos. A lo mejor, "cansado" de que todo te afecte y de sufrir...ponés como una coraza. Y es lógico.
A veces a mí me da miedo cambiar. Bah, que las cosas me cambien, volverme en realidad "peor" de lo que soy. Pero cada vez me peleo menos con los cambios...
Besos y te sigo leyendo...Pasá a visitarme :)
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